Escribir un mensaje de texto en un teléfono móvil con los acentos correctos puede llegar a triplicar del SMS, según han grupos de usuarios a través de foros de internet y La Vanguardia ha comprobado con distintos modelos de teléfono. El problema puede afectar también a otros signos de uso menos frecuente como el signo que abre una interrogación en castellano (¿), aunque no el que lo cierra (?), la i con diéresis (ï, como en la palabra catalana raïm) o la ce cedilla (ç), tanto mayúscula como minúscula.
Aunque los móviles se pueden reprogramar para eliminar el coste extra de estos signos, los usuarios denuncian que no se les advierte de esta posibilidad cuando adquieren el aparato y que no se enteran de que la buena ortografía está penalizada económicamente hasta que reciben la factura. Además, deben reprogramar el teléfono manualmente cada vez que escriben un mensaje para evitar el sobrecoste.
El origen del problema no se encuentra en las operadoras telefónicas, aunque son quienes cobran el importe de los mensajes, sino en los fabricantes de móviles. Gran parte de los modelos de teléfono móvil comercializados en los últimos meses por distintos fabricantes están programados para funcionar con los símbolos del llamado alfabeto GSM 3.38, que consta de 138 símbolos distintos y permite escribir mensajes de hasta 160 caracteres, informa Jordi Pérez, del departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Pero si se utiliza algún símbolo que no está en este alfabeto, el móvil pasa automáticamente a funcionar con el sistema Unicode, que limita a 70 caracteres la longitud de cada mensaje. Por este motivo, si un usuario apura los 160 caracteres que cree tener en un SMS, pero escribe en él letras con acento u otros caracteres no incluidos en el alfabeto GSM 3.38, se le factura por mensajes de 70 caracteres. Y un único mensaje de 160 caracteres se le factura como tres mensajes (dos de 70 más uno de 20).
El problema no afecta a todas las letras con acento ni a todas las diéresis. Así, se pueden escribir los símbolos é, è, ì, ò y ù (aunque no sus mayúsculas correspondientes) sin que el móvil conmute al modo Unicode. Pero el alfabeto GSM 3.38 no incluye otros caracteres más habituales en español y catalán como á, à, í o ú.
Un problema similar se da con las diéresis. Con ä, ö y ü se puede llegar a 160 caracteres, pero una ë y una ï hacen pasar al sistema Unicode.
En cuanto a la letra ñ, se puede escribir con alfabeto GSM 3.38 en minúscula, pero salta a Unicode en mayúscula.
El motivo por el que se pueden escribir más caracteres con GSM 3.38 que con Unicode es que con el primer sistema cada carácter ocupa 7 bits de información, mientras que con el segundo ocupa 16. Dado que en un SMS caben 1.120 bits, GSM 3.38 permite escribir 160 caracteres (1120 dividido por siete), mientras que Unicode permite escribir 70 (1.120 dividido por 16).
El coste superior de los mensajes que utilizan el estándar de codificación Unicode ha sorprendido a miles de usuarios que han expresado su indignación a través de foros de internet. Las quejas de la mayoría de los usuarios no se dirigen al sistema Unicode, sino a la escasa y confusa información que han recibido al respecto.
Pero no todos los usuarios se ven afectados. Muchos de los móviles comercializados en los últimos años permiten escribir mensajes de texto sin conmutar a Unicode. No hay una lista de los modelos afectados. La Vanguardia ha comprobado cómo, entre dos aparatos de un mismo modelo (un Nokia 6120) en los que se escribe un mismo mensaje, uno conmuta a Unicode y reduce la longitud máxima del SMS a 70 caracteres y el otro no.
Las compañías que fabrican teléfonos móviles han recibido quejas de usuarios, pero no consideran que la falta de algunos caracteres en el alfabeto GSM 3.38 y el paso al sistema Unicode sea un problema. "Es que ya nadie escribe con acentos", responde el servicio técnico de Nokia a una usuaria afectada.
Según un portavoz de la compañía, "los terminales de Nokia permiten elegir entre soporte completo y reducido [es decir, entre pasar a Unicode o no] y además van indicando el número de caracteres que quedan para completar el mensaje". Otras compañías como Sony Ericsson, Motorola, Samsung y LG señalan que la reducción del espacio disponible al escribir un SMS depende de los modelos.
Las compañías recuerdan que es responsabilidad de los usuarios leer los manuales de instrucciones de los aparatos para conocer las posibilidades de sus aparatos y conocer opciones como la de desactivar la conmutación automática a Unicode. Sin embargo, una lectura del párrafo de un manual de instrucciones al que remitía una de las compañías consultadas no incluye ninguna referencia a acentos, ni a diéresis ni ninguna otra palabra que permita suponer que el espacio y el coste de los SMS se explica en ese párrafo.
Las operadoras de telefonía móvil como Movistar o Vodafone, por su parte, aseguran que no se pueden hacer responsables de la factura porque el problema está en el aparato y los consumidores afectados deben dirigir sus quejas a las compañías que se encargan de fabricar estos aparatos.
En los foros de internet, algunos de los usuarios afectados recomiendan prescindir de los acentos y otros caracteres conflictivos en los SMS, mientras que otros aconsejan revisar la factura telefónica para asegurarse de que no se están pagando mensajes de texto por duplicado o por triplicado. Ante tal confusión, prefieren saltarse las normas de ortografía.
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