Definición
Según la definición oficialmente aceptada y difundida: "el SIDA es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Es diagnosticado a aquellas personas que son seropositivos, es decir que han dado positivo a unos tests que de forma indirecta pretenden detectar la presencia del supuesto VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) y que además presenten los síntomas de alguna de las actualmente 29 enfermedades ya conocidas pero que oficialmente se utilizan para diagnosticar SIDA. Así pues los seropositivos, independientemente de que estén sanos o enfermos, son portadores del supuesto virus que ataca las defensas del organismo, destruyendo el sistema inmunitario".
Sin embargo multitud de científicos de primera fila (entre ellos 2 premios Nobel), están cuestionando duramente la versión oficial, exigiendo que sean demostradas científicamente cada una de las afirmaciones y teorías que se han lanzado con espectaculares ruedas de prensa pero sin haberse seguido los protocolos de trabajo procedentes ni haber sido publicado artículo alguno en ninguna revista científica sobre la afirmación "VIH=SIDA" y sin ni siquiera haber demostrado que el VIH existe presentando las cuatro fotos requeridas ni habiendo contrastado investigación alguna.
Cada vez más y más científicos de diversas especialidades están llegando a conclusiones diferentes a la oficial sobre el SIDA, su posible causa y por tanto su tratamiento. Sin embargo toda información científica, médica o periodística que se aparte de la versión oficial es sistemáticamente silenciada.
Muchos de estos científicos afirman que el SIDA mantiene una industria que mueve cantidades astronómicas de dinero en patentes, en la industria de los tests, en la industria fármacéutica cuyas grandes multinacionales financian la investigación oficial del SIDA, existiendo intereses económicos incluso en organizaciones humanitarias por la lucha contra el sida que las convierten en organizaciones colaboradoras de la industria del SIDA y co-responsables de su mantenimiento.
¿Existe realmente un engaño a toda la humanidad respecto a la verdad del SIDA? Si es realmente mortal ¿porqué algunos afectados, que se han desbancado del tratamiento de AZT y otros fuertes fármacos, han superado tal enfermedad?. ¿Realmente tiene interés la ciencia en curar el SIDA y el cáncer o está sometida a presiones mayores a causa del gran negocio que supone? ¿Por qué en los debates abiertos sobre el SIDA, publicados de todos los martes por el Diario 16, no se presentan nunca defensores de la versión oficial del SIDA? ¿Por que se encarceló al Dr. Hamer, justo cuando empezaba a desvelar importante información en torno a la verdad sobre el SIDA, el cáncer y los tumores?
¿Por qué nadie se presenta a recoger los diversos premios que se ofrecen (la Asociación COBRA con 1.000.000 Ptas., el periódico Diario 16 con otro 1.000.000 de Ptas., la revista inglesa CONTINUUM con 1.000 libras esterlinas y la Asociación alemana MUM con 1.000 marcos alemanes) a quien traiga las revistas científicas, documentación, experimentos, etc., que prueben concluyentemente que existe el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana)? ¿Existe realmente este virus? ¿Qué intereses económicos se esconden realmente detrás del SIDA?
Es muy fácil afirmar a través de los medios de comunicación de masas y sin demostrar científicamente lo que se afirma que el Sida es una enfermedad de nuestro siglo incurable originada por un terrible virus desconocido y recetar carísimos y mortíferos fármacos que, lejos de ni siquiera aliviar la verdadera enfermedad que se padece, son mortales a medio plazo por su alta toxicidad y por su capacidad de destrucción de las células al bloquearles su sistema de reproducción, provocando de esta manera inmunodeficiencia; precisamente lo que pretendían curar.
¡Cuán cierta es aquella frase: "el negocio de la salud empieza con el ginecólogo y termina con el enterrador". Afortunadamente cada vez más existe un despertar de conciencia más colectivo en torno a la medicina natural. Si a mí me preguntaran si he curado a alguna persona del SIDA, le respondería con toda sinceridad que, por desgracia he visto a algunas personas acercarse a la muerte hasta abrazarla, debido a que ya estaban muy intoxicados de medicamentos, pero que tambien tengo algún amigo, al que se le pronosticó un SIDA irreversible, que tras dejar la medicación, cuidarse en la alimentación y con plantas medicinales, siendo meticuloso y constante, practicando una vida sana y cuidando que su organismo tuviese siempre los aportes vitamínicos y minerales, aumentando así sus defensas de forma natural, vive desde hace años con toda normalidad habiendo superado el peor de los síntomas del SIDA: el psicológico.
Es decir: créete que tienes un año de vida y observa el cambio profundo que se produce en tí. Llegarás a morir de verdad. A eso se le llama a veces "el enfermo imaginario", o el efecto nocebo que es el efecto contrario al efecto placebo. La muerte de un ser querido nos afecta hasta tal punto que podemos llegar a contraer diversas enfermedades y dolencias, igual que una noticia impactante nos puede producir un shock. De la misma manera a la persona que se acerca a una clínica a realizarse un análisis o chequeo, si se le notifica "usted tiene el SIDA y le quedan x años o meses de vida", el impacto es tan fuerte que todo el metabolismo reacciona con miedo, angustia y terror. Y ésta es una de las razones que contribuyen a la destrucción de las defensas del individuo y a la consiguiente proliferación de las enfermedades. Se enciende una luz roja de alerta en el cerebro y todo el organismo está pendiente de dicha preocupación.
Creo sinceramente que es muy grave y de gran responsabilidad la sentencia de un médico. Es como si un cura en el confesionario dijese a un feligrés que debido a sus grandes pecados está irremisiblemente condenado y sin posibilidad de salvación.
Este artículo es el fruto de mis indagaciones leyendo artículos científicos escritos por prestigiosas autoridades en la materia como:
* El Dr. Peter H. Duesberg, (Profesor de Biología Molecular y Celular, Universidad de California, Berkeley, California).
* El Dr. Stefan Lanka (Alemania), Biólogo molecular, virólogo. (uno de los pocos que han aislado un nuevo virus).
* El Dr. Alfred Hässig, Doctor en medicina por la facultad de la Universidad de Zurich, Suiza, en 1945, especialista en patología y microbiología.
* El Dr.Heinrich Kremer, Doctor en medicina desde 1965, gran experiencia en tratamiento de toxicómanos, investigador de las mitocondrias celulares.
* El Dr. Harvey Bialy. Biólogo molecular y experto en enfermedades africanas. Editor científico de la revista BioTechnology.
* El Dr. Kary B. Mullis, Premio Nobel de Química 1993 por inventar la técnica PCR.
* Y muchos otros documentos científicos y trabajos periodísticos escritos con la máxima seriedad como:
* El periodista Neville Hodgkinson, Corresponsal científico del Sunday Times.
* O el periodista premio Pulitzer John Crewdson del Chicago Tribune.
* Todos ellos, y otros que no he nombrado, han acabado convenciéndome de que realmente estábamos muy engañados respecto al SIDA.
* Dichas informaciones las puedes encontrar en: FreeNews en Castellano,
* y en Rethinking Aids Website en Inglés.
En el Diario Médico del 7 de febrero de 1994 se publicaba la siguiente noticia:
"Los laboratorios de investigación farmacéutica representados por la Federación Internacional de la industria del Medicamento (FIIM) intensificarán su colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lucha contra la pantemia del SIDA.
Según ha informado la OMS, ambas partes han expresado su voluntad de aprovechar todas sus competencias para acabar con el SIDA y el VIH...."
Hasta aquí el comunicado que se publicó en el año 1994. ¿Y qué se ha hecho hasta ahora? Enriquecerse las grandes multinacionales farmacéuticas y por supuesto los grandes laboratorios de fármacos como Wellcome que se ha hecho el agosto a base de "asesinar" a la humanidad con el famoso AZT, ese terrible fármaco que se inventó para curar el cáncer, pero que en los años 60 se retiró del mercado debido a su efecto tan letal y destructivo, pero que los señores de la Wellcome se las han ingeniado para volver a introducir en el mercado.
Y no es que uno dude de la buena intención de la FIIM y de la OMS en su tarea de combatir el SIDA, pero cuando uno ve tantos intereses económicos creados en torno a la salud le entran todos los males y lo único que puede hacer es tomarse un ainfusión de hipérico y tila y relajarse.
Si bien es cierto que todos los laboratorios andan tras la gallina de los huevos de oro o sea un medicamento o vacuna que cure el SIDA, también es cierto que el rumbo que llevan no es el verdadero, ya que están intentando luchar contra un enemigo que aparentemente no existe, o por lo menos ningún médico, cientifico, ni organización, ni laboratorio alguno, incluida la Wellcome, ha demostrado la existencia de tal virus. Que el Sida es una realidad, todos lo sabemos, pero la forma agresiva que tratamos esas 32 enfermedades que lo constituyen, nos está llevando a peligrosos experimentos con la salud humana. Pongamos un claro ejemplo: El AZT, (Azidotimidina o Retrovir), se ha indicado sistemáticamente a los pacientes del SIDA, incluso y esto es grave, a los seropositivos como prevención, aunque hoy en día se cuestiona debido a sus grandes efectos secundarios y a su incapacidad para controlar la enfermedad. Claro que no cuesta mucho imaginarse el beneficio económico que obtiene un laboratorio por patentar una vacuna para el SIDA que se aplicaría a toda la población y probablemente de forma obligatoria. Quizás si la FIIM y la OMS invirtieran sus esfuerzos y dedicaran la mayor parte de sus presupuestos al estudio de las causas de este síndrome se encontrarían con sorpresas. Por ejemplo investigando sobre la incidencia y repercusiones a nivel del sistema inmunitario de las vacunas masivas en niños que todavía no tienen este sistema desarrollado, la supresión sistemática de cuadros agudos de naturaleza defensiva (por ejemplo la fiebre con antitérmicos), la utilización indiscriminada y masiva de antibióticos, el consumo y uso de alimentos como el azúcar blanco (importante blanqueador de la acción bactericida de los leucocitos, etc. Cada vez son más, gracias a Dios, los que realmente despiertan y velan por la salud de la humanidad, los que se preocupan y muestran a plena luz las mentiras monstruosas de las grandes multinacionales manipuladoras de la salud. Ya lo decía el médico naturista Chileno Manuel Lezaeta: "La sabiduría se encuentra en la naturaleza, no en los laboratorios".
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